Las relaciones, ya sea con amigos, parejas, familiares, colegas, o conocidos, son complejas. Al igual que los momentos de alegría, las diferencias y conflictos son parte de todas las relaciones. No existe una relación perfecta.


¿Qué ocurre cuando la relación es sana?

Contar con relaciones sociales sanas, positivas y de calidad es lo que mejor predice una vida larga y saludable.
Gracias a ellas las personas se sienten respetadas, valoradas y apoyadas. Hay comunicación abierta y honesta, confianza mutua, y un equilibrio en el dar y recibir.


En las relaciones sanas, las diferencias y los conflictos existen, pero se manejan con empatía y comprensión, y ambos miembros trabajan juntos para resolver sus diferencias de manera constructiva, promoviendo el bienestar y crecimiento personal de cada uno.


¿Qué ocurre cuando la relación es tóxica?
Una relación tóxica es cualquier relación que tenga un impacto negativo en nuestro bienestar ya sea a nivel emocional, psicológico, o físico.


Una relación tóxica ya sea con tu pareja, amigo, jefe o familiar, es agotadora y estresante, y genera más momentos negativos que positivos.


Es muy importante conocer las señales de alerta para obtener o dar ayuda efectiva y oportuna.


A veces, pueden existir comportamientos dañinos muy sutiles y difíciles de reconocer, pero que generan un daño emocional. En estos casos, es muy importante que escuches tu intuición. Si crees que algo no está bien, tómatelo en serio y considera conversar con alguien de confianza para obtener otra perspectiva.


Características de las relaciones tóxicas:
Falta de apoyo mutuo y comunicación negativa (críticas constantes, insultos, desprecios, o faltas de respeto).
Control y manipulación de la otra persona, limitando su libertad, su toma decisiones propias, o manipulándolo emocionalmente.
Sentimientos de posesividad y celos excesivos, desconfianza constante, conductas como revisar el teléfono, prohibir salidas, o controlar la vestimenta.
Querer ejercer poder o control desproporcionado sobre la otra persona, ya sea emocional, financiera o físicamente.
Falta de respeto: Insultos, humillaciones o menosprecio a la dignidad de la otra persona.
Hacer que la otra persona se sienta culpable o avergonzado por sus sentimientos, acciones o necesidades.


¿Autoobservación?
Muchas veces podemos creer que estamos en una relación tóxica, pero que no sea así, sino que en ese periodo de tiempo nuestro mundo interior (mente, corazón, etc) este controlado por nuestros propios defectos (rabia, celos, lujuría, etc) y estos estan haciendo que pensemos que es la otra persona nos esta haciendo daño, cuando en realidad somos nosotros mismos.


Es muy importante que aprendamos a autoobservarnos, de esta manera descrubriremos si esa posible relación tóxica es verdad o es el resultado de la mala relación que tenemos con nuestro mundo interior.


Todos sabemos por ejemplo que cuando estamos cansados, nos deprimimos y el resultado es que reacionemos mal ante las personas que nos rodean.


¿Base para tener una relación sana?
La falta de comunicación puede llevar a malentendidos, es importante comunicar nuestros deseos, necesidades y límites. Esto requiere que tú mismo conozcas lo que buscas y lo que necesitas de una relación, como deseas que te traten y qué cosas no estás dispuesto a tolerar.


¿Es posible mejorar una relación tóxica?
Depende de que ambas partes estén dispuestas a asumir responsabilidades y trabajar juntas para cambiar sus conductas dañinas.


¿Es importante luchar para mejorar una relación tóxica?
Si la relación es lo suficientemente importante para ti como para querer invertir tu tiempo y esfuerzo en buscar cambios, si se puede intentar mejorar.


Sin embargo, si te das cuenta de que la relación no representa un aporte para tu vida o bienestar, o si observas que la otra parte no está comprometida con lograr cambios, es posible que tu mejor opción sea salir de ella.
Tu bienestar, tanto físico como emocional, es tu prioridad. Por eso, es importante tomarte el tiempo para reflexionar si la relación está comprometiendo tu salud o integridad.


¿Qué hacer si me encuentro en una relación tóxica?
Escucha tu intuición. Si crees que algo no anda bien, autoobservate y escúchate a ti mismo. Tu corazón siempre te dira la verdad.

Busca apoyo. Busca el apoyo de un confidente, amigo o familiar de confianza. Puede ser muy útil escuchar otra perspectiva, o simplemente hablar.
Ellos pueden entregarte recursos valiosos, tanto emocionales como prácticos, y brindarte un espacio seguro donde te sientas comprendido. Si es necesario, consulta con un profesional que te ayude a comprender la situación y a tomar decisiones con claridad.


Prioriza tu seguridad. Si sientes que tu bienestar está en peligro, es esencial tomar algunas medidas para cuidarte. Esto puede incluir tener a mano números de emergencia o lugares seguros a los que acudir. Si es necesario, acude a una autoridad o busca ayuda profesional.


Reflexiona sobre si la relación puede mejorar: Ten en cuenta que la responsabilidad del cambio no depende solo de ti. Si crees que la otra persona está dispuesta a reconocer sus comportamientos dañinos y a buscar ayuda para cambiar podría haber espacio para mejorar la relación. Sin embargo, si la situación no mejora, debes ser consciente de que mantenerte en la relación puede ser más dañino para tu bienestar.


Toma decisiones basadas en tu bienestar. Reconocer que una relación es violenta es un gran primer paso, pero tomar decisiones sobre qué hacer a continuación es fundamental. Evalúa si puedes establecer límites saludables dentro de la relación o si es necesario alejarte por completo. Tu bienestar y seguridad deben ser siempre tu prioridad.


¿Qué hacer si un ser querido se encuentra en una relación así?
Puedes ofrecerle apoyo y contención, pero no debes de olvidar aque no todo esta en tus manos, ni tu responsabilidad y que debes de respetar su decisión.


Ofrecele un espacio seguro para hablar. Es fundamental que esa persona sepa que puede confiar en ti y que no lo juzgarás. Pregunta con delicadeza cómo se siente y escucha con atención, sin interrumpir ni minimizar lo que está viviendo. Evita presionar para obtener detalles; lo más importante es que se sienta comprendida y apoyada.


No critiques a la otra persona ni emitas juicios, en lugar de eso, enfócate en ofrecer apoyo y comprensión, pero es crucial que no impongas soluciones o insistas en que la persona deje la relación de inmediato.


En lugar de decirles lo que deberían hacer, pregúntales cómo puedes apoyarlos o qué necesitan de ti. Ofrecerles ayuda práctica, como acompañarlos a hablar con un terapeuta o facilitarles recursos.


Respeta su decisión, es posible que, a pesar de tus esfuerzos, tu ser querido no esté listo para dejar la relación. Aunque pueda ser frustrante y doloroso patra ti, es importante respetar su proceso y su capacidad para tomar decisiones sobre su vida. Lo más importante es que sepan que estarás ahí para ellos cuando decidan buscar ayuda o salir de la relación. A veces, el apoyo incondicional y la paciencia son lo que más necesitan.

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La autoobservación
La muerte en Marcha
El viaje en Astral.


Fuentes:

Psiconecta.org