El alquilar de una vivienda es una forma de obtener unos ingresos extras, que conyeva una serie de riesgos que pueden ir desde el impago de las rentas hasta el destrozo del mobiliario o de la estructura.
Para evitar los problemas más corrientes al alquilar una vivienda, es necesario conseguir que el inquilino sea ideal.
Esto no sólo implica que pague el alquiler todos los meses, sino que además es fundamental que se preocupe por cuidar la vivienda, que no moleste a los vecinos, que la mantenga limpia y en buen estado.
En el perfil del inquilino perfecto también conlleva que ante cualquier desperfecto, avise inmediatamente al propietario para arreglarlo y evitar así que se generen daños mayores.
En este último caso, un seguro de hogar para inquilinos, es la manera más segura de garantizar la recuperación del estado de la vivienda en la mayor parte de los problemas que aparecen frecuentemente en los inmuebles.
En muchas ocasiones, el hecho de especificar en el contrato ciertas restricciones y obligaciones no siempre funciona.
Consejos para conseguir un inquilino perfecto:
1º.- Si la persona interesada en alquilar la casa ya ha ocupado otras anteriormente, pedirle referencias a los antiguos caseros, es una buena manera de saber cómo fue su comportamiento.
2º.- A parte de la primera impresión, cuando se le esté enseñando la vivienda, es interesante formularle algunas preguntas al posible inquilino para intentar descubrir cosas sobre su manera de ser.
3º.- Comprobar la solvencia económica del inquilino, su estabilidad laboral es crucial para tener asegurado el pago de los alquileres. Una buena garantía es saber si tiene un contrato indefinido o antigüedad en su empresa.
4º.- Solicitar el pago de un mes adicional al de la fianza, en la actualidad, aunque puede ser un obstáculo para encontrar un inquilino perfecto, es bastante común solicitar un aval bancario.
5º.- El propietario del inmueble debería solicitar la ayuda de un profesional inmobiliario para buscar el inquilino que se adapte a su perfil y garantizar que se cumple con todas las obligaciones legales, de esta manera en el penoso caso de incumplimientos por parte del inquilino, tendría las garantías necesarias para estar protegido.
6.- Tener un seguro de protección de alquileres, aparte de garantizar el cobro del alquiler, estos cubren riesgos innecesarios, evitan más de un dolor de cabeza y ahorran dinero.
Sin duda, se trata de una inversión segura y rentable que ofrece tranquilidad en los momentos más complicados.
Poniendo a su disposición las coberturas convencionales y otras garantías adicionales que lo protegen en caso de cualquier eventualidad.
Algunas de sus coberturas son:
Garantizar el cobro del alquiler, los daños causados por un incendio con una sartén, la inundación causada por un grifo abierto, o bien los robos a pertenencias y muebles del inquilino, la cobertura de los productos que están en un congelador, la responsabilidad civil y los gastos generados por una vivienda sustituta de ser necesario (hotel, alimentación y lavandería), ayudar a colocar o armar muebles, etc.
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