La vida de cualquier persona, está formada por todas las cosas que le ocurren desde que nace hasta que muere.
La muerte es el regreso al principio de la vida, con la posibilidad de repetirla nuevamente en el escenario de una nueva existencia.
La vida de cada uno, es como una película viviente que al acabar su proyección, morimos y nos la llevamos a la eternidad. Y cada vez que volvemos a nacer, se vuelve a traer para proyectarla otra vez, repitiéndola de existencia en existencia, a través de los innumerables siglos.
En cada existencia se repite lo que hicimos en la anterior, las únicas modificaciones son las consecuencias del comportamiento que tuvimos en ella y si no eliminamos nuestros “Yoes” conscientemente, en cada existencia sucesiva sufriremos más.
El objetivo de regresar a una nueva existencia, es que podamos arreglar de una manera consciente todos esos errores que cometimos en nuestras existencias anteriores.
Regresamos en la simiente de nuestros descendientes; con lo cual en esta existencia podemos ser los padres o abuelos de alguno de nuestros familiares fallecidos.
Nuestro regreso a una nueva existencia puede ser de dos maneras: Reencarnación o Retorno.
Reencarnación: De acuerdo con la Ley Kármica, las personas que se reencarnan pueden escoger libremente el lugar donde quieren nacer, la familia, hogar, el sexo, nación, las condiciones de vida, etc.
Para poder reencarnarse es necesario poseer la Individualidad Sagrada, dicho de otra manera, haber conseguido liberar y despertar una gran cantidad de la esencia o conciencia que tenemos atrapada en nuestros yoes (defectos).
Las personas que se reencarnan, tienen la capacidad de recordar todo lo que les paso en sus existencias anteriores.
Retorno: Es la manera de regresar a la siguiente existencia para todas las personas que no están trabajando seriamente para liberar la esencia o conciencia que tienen atrapada en sus yoes (defectos).
Al regresar a una nueva existencia, entra en acción la Ley del Karma, pues no existe efecto sin causa, ni causa sin efecto.
Y son los Ángeles de la Vida los que se encargan de unirnos al nuevo vehículo físico, seleccionando para nosotros el sitio exacto, hogar, familia, nación, etc., donde debemos reincorporarnos al retornar, sin que nosotros podamos intervenir en esa decisión.
Al no trabajar internamente, el Ser humano tiene aproximadamente un 3% de Esencia o conciencia libre y un 97 % de esencia atrapada en los yoes.
La personas que retornan, al tener tan poca Esencia o Conciencia libre, no traen ningún recuerdo de lo que les ocurrió en su existencia anterior. Y están sometidos a la ley de la recurrencia.
La Ley de Recurrencia: Es la repetición de todas esas escenas; dramas, comedias y tragedias que sufrimos en la existencia anterior al retornar a esta nueva existencia.
Salvo que estemos conscientes de instante en instante, nuestros defectos “Yoes” son los actores que repetirán todas esas escenas, en el mismo momento que ocurrieron en la existencia anterior, más los cambios originados por nuestro comportamiento ante ellas.
Salvo que estemos conscientes estos cambios siempre serán a peor, originándonos más sufrimientos para esta existencia y para las siguientes, ya que nuestros Yoes (defectos), se van fortaleciendo cada vez que se manifiestan.
Ejemplo: Si en la existencia anterior a los 25 años nos peleamos con una persona y le pegamos, en esta existencia a los 25 años nos volveremos a pelear con esa persona, pero esta vez, nos pegará ella a nosotros y con más fuerza, porque el “yoe de la violencia” de ambos se va haciendo más grande pelea tras pelea.
El motivo para que retornemos o nos reencarnemos existencia tras existencia es que liberemos y despertemos a nuestra esencia o conciencia, liberándonos de todos nuestros sufrimientos y errores, consiguiendo de esta manera la plena y auténtica felicidad.
Si nosotros desintegramos a los yoes de la ira, las escenas trágicas de la violencia concluyen inevitablemente.
¿Cómo eliminar nuestros yoes?
1º.- Auto observarnos de instante en instante, para ver como se manifiestan nuestros defectos en nosotros cuando realizamos cualquier actividad diaria.
2º.- Aplicar la muerte en marcha a nuestros defectos cuando se estén manifestando.
¿Cómo se realiza la Muerte en marcha?
En el momento exacto en el que vemos que se nos está manifestando un defecto, le pediremos a nuestra Madre Divina Interior que lo elimine, “Madre elimínalo” se le pide de una forma natural, espontáneamente, como cuando un niño se dirige a su madre y le sale del corazón.
Esta técnica debe de aplicarse de instante en instante si realmente queremos mejorar en nuestro Nivel de Ser y mejorar la calidad de nuestra vida y de las personas que nos rodean.
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